Marcadores #26 – Sobre salir a caminar
Hola amigxs de Marcadores!
Les aviso que escuché la canción de Shakira y leí las opiniones al respecto, terminé White Lotus, vi 2 comedias románticas con Sandra Bullock, escuché el podcast de EmRata completo (si alguien lo escuchó le pido encarecidamente que me escriba), terminé este libro de Julie Doucet (la mejor), leí esta nota de Andrea Abreu sobre Bumble (léanla!) y no pienso ver After Sun. Creo que puedo escribir el primer Marcadores del año.
Actualicé el celular y ahora tengo move rings. No me acuerdo qué cantidad de pasos puse que era mi objetivo diario pero –como no podía ser de otra manera porque para esto están diseñados– hace un mes juego a cerrar los rings. Hay días donde no camino (o donde mi celular por H o por B (siempre quise decir eso) no se da cuenta de que camino) y me llegan las notificaciones pasivo agresivas: creés que hoy podrás lograrlo? No cerraste tu move ring ayer. You can still do it. Claro que puedo. Por supuesto que puedo!!!
Igual esto no es una novedad. Hace mucho salgo a caminar todos los días ahora solo tengo la experiencia gamificada por Apple. Es un problema? Puede ser pero podría ser algo peor. Creo que este affair con caminar se lo tengo que agradecer a: 1) Mirta la profesora de gimnasia que en el colegio me gritaba “Blattmann” cuando en lugar de correr caminaba 2) Mi abuela que en todas los veranos en Valeria del Mar generó un mecanismo donde acompañarla a caminar hasta la playa ida y vuelta significaba ganar algo así como puntos imaginarios para ver 1 hora de tele a la hora de la siesta (esto incluía Pepper Ann, Dientes de lata y Recreo porque en esa casa había Direct TV y esos dibujitos para mí eran importantísimos).
En mi cabeza funciona así: por qué voy a correr 40 minutos si puedo organizarme mejor y caminar 80 minutos.
Ahora que estoy escribiendo sobre esto me doy cuenta de que todos los días hago malabares con los horarios para tener tiempo para caminar. Creo que eso es lo que me gusta de caminar: sentir que puedo acomodar mi tiempo como yo quiero (una ilusión). Por ejemplo: de mi departamento a la oficina tengo 30 minutos en subte y 1 hora y 18 minutos caminando. Si me levanto 6:36 y hago todo más o menos rápido: llego. Si tengo sueño y duermo un poco más puedo tomarme el subte y bajarme 2 estaciones antes e igual caminar un tiempo considerable. Si no llego no pasa nada porque todavía me queda la tarde.
Necesito caminar para generar un paréntesis entre mi casa y mi trabajo y mi trabajo y mi casa o el bar y mi casa o mi casa y la casa de un amigo. A veces siento que hasta puedo calcular cuántos pasos me va a costar resolver un problema, decidir algo o que se me pase alguna cosa. Me apurás y te digo que caminar en este mundo y como están dadas las cosas es revolucionario. Igual muchas veces camino scrolleando en Instagram, con las notificaciones de Slack prendidas o pensando que tengo que pagar alguna cosa así que olvídense de esto último. Por favor no se confundan: caminar no entra en la categoría té matcha, ácido hialurónico, aguas áuricas, no siempre estimula la mente, relaja el cuerpo, revitaliza el espíritu y alinea los chakras. Esto, por ejemplo, me aburrió muchísimo. Lo que sí creo es que –para mí– es una forma de –muchas veces– estar –quizás– un poco mejor.
Una de las tantas cosas buenas de caminar es que lo puedo hacer vestida normal. No hace falta disfrazarme, comprarme calzas ni ponerme zapatillas. Puedo caminar abrigadísima y desabrigadísima. Puedo usar los Dr Martens que uso hace 4 años y tienen la forma de mis pies. Caminar es práctico. Al contrario de cuando corro, cuando camino siento que puedo caminar para siempre.
Camino escuchando música. Camino escuchando podcasts. Camino escuchando audios que debería haber escuchado hace semanas. Camino hablando por teléfono. Camino haciendo listas de las cosas que tengo que hacer y que quizás no estoy haciendo porque estoy caminando. Camino por la vereda, camino por la plaza, camino por el supermercado. Camino porque no quiero hacer otro deporte. Camino porque estoy preocupada. Me invento excusas para tener que ir a hacer cosas caminando. Camino mucho sola pero también puedo salir a caminar en grupo. Mi recomendación es: máximo 3 personas. Las conversaciones en movimiento se vuelven muy importantes creo que es porque no hace falta estar mirándose a los ojos.
Por supuesto no soy la única persona a la que le gusta caminar y cuando estoy leyendo, viendo, escuchando algo y aparece el tema caminata presto especial atención. Pego acá algunos ejemplos que me acuerdo pero por favor compártanme más:
For many years I walked six miles a day. I walked to clear my head, experience street life, dispel afternoon depression. During those walks I daydreamed incessantly. Sometimes I daydreamed the past — idealizing remembered moments of love or praise — but mostly I daydreamed the future: the tomorrow in which I would write a book of enduring value, meet the companion of my life, become the woman of character I had yet to become. Ah, that tomorrow!
No calculó que el partido duraría tanto: 10 minutos de alargue, más media hora, más los penales. Estuvo caminando bajo el sol —hacían 40 grados— hasta agotarse. Pero logró que ganaran. Así que esta es mi única certeza: ayer martes, a la hora del partido, un hombre salió a caminar con sus perras, a pleno sol, porque sus hijos todavía creen que él puede cambiar el mundo.
Ejemplo 3 x The Verve:
Ejemplo 4 x Lily Allen:
Ejemplo 5 x Richard Linklater (y sí):
Ejemplo 6 x Liana Finck:
Ejemplo 7 x Yoko Ono:
Ejemplo 8 x Werner Herzog:
Esto es todo. Un saludo, amigxs.
Quizás escriba un Marcadores por mes?